El consumo de alcohol al volante es una de las principales causas de accidente, cada año fallecen en las carreteras españolas cientos de personas que han tomado bebidas alcohólicas. Se trata de uno de los principales problemas de seguridad vial que nos afecta a todos los conductores ya que en cualquier momento podemos vernos envueltos en un accidente causado por la ingesta de alcohol.
- Efectos de conducir borracho
- Cómo se mide la tasa de alcoholemia (en aire y en sangre)
- Tasa de alcohol permitida en España
- Multas por conducir bajo los efectos del alcohol
Efectos de conducir borracho
A pesar de que es de sobra conocido el peligro de conducir bajos los efectos del alcohol, aún hay una serie de mitos que circulan en relación a este tema. Pero las cifras hablan por sí solas, pues de cada 100 accidentes mortales, entre 30 y 50 son producidos de una forma u otra por el alcohol. Entre esas falsas creencias se encuentran las siguientes afirmaciones:
- No hay problema si se conduce por debajo del límite legal de alcoholemia. Es mentira, pues los riesgos existen aunque se esté dentro de la tasa permitida.
- Si se bebe mientras se come, el alcohol no llega a ser absorbido por el cuerpo. Esto puede retrasar la absorción, pero no la impide.
- Dos personas que hayan consumido el mismo alcohol tendrán la misma tasa de alcoholemia. Es falso, ya que hay diversas variables que afectan a dicha tasa (peso, constitución física, diferente metabolismo, etc.)
- El beber poco a poco a lo largo de toda una jornada impide dar positivo. Esto no es cierto ya que el hígado tiene un límite específico para metabolizar alcohol, por lo que al finalizar el día se puede superar la tasa con creces.
Según los estudios, más del 40% de los conductores españoles ha conducido alguna vez en estado de embriaguez. Entre los efectos que el alcohol tiene a la hora de conducir destacan:
- No guardar una distancia de seguridad adecuada con los vehículos a nuestro alrededor.
- Invadir otros carriles e incluso conducir por un carril equivocado.
- Responder tarde a las señales de tráfico y realizar maniobras antirreglamentarias.
- No usar bien las luces y señalar las maniobras de manera incorrecta.
- Suele dar una falsa seguridad y un exceso de confianza.
En general, conducir de manera errática, dando lugar a situaciones de extremo peligro.
Cómo se mide la tasa de alcoholemia (en aire y en sangre)
En aire
El agente entrega una boquilla al conductor debidamente precintada. Al abrirla, es necesario colocarla en el alcoholímetro y expirar hasta que el agente nos indique. Este test de alcoholemia mide los vapores de alcohol en el aire, un reflejo de la proporción de alcohol que hay en sangre. En 2.100ml de aire expirado hay el mismo nivel de etanol que en 1 ml de sangre. De ahí el motivo de que se tenga que expirar durante tanto tiempo dentro de la boquilla.
En sangre
Se trata del método más preciso. No da lugar a error como puede pasar con el alcoholímetro. Suele aplicarse en determinadas situaciones, siempre que se considere oportuno por los agentes o por la persona que lo exija. Esta prueba tiene que realizarse en un hospital o centro médico. En caso de dar positivo, es el conductor el que paga el coste de la prueba.
Tasa de alcohol permitida en España
- En sangre: el máximo legal permitido en España es de 0,5 gramos por litro de sangre. Un máximo que es reduce a 0,3 gramos por litro en el caso de los conductores profesionales y noveles.
- En aire: el máximo permitido en aire expirado es de 0,25 mg por litro de aire, y de 0,15 mg para conductores profesionales y noveles.
La tendencia es ir reduciendo los niveles de alcoholemia a nivel internacional hasta llegar a los 0,1-0,2 gramos por litro para la mayoría de conductores y de 0,0 gramos por litro para noveles y profesionales.
Multas por conducir bajo los efectos del alcohol
Una vez que se han superado los límites permitidos, los conductores están expuestos a una serie de multas de alcoholemia:
- Tasa entre 0,25 y 0,50 mg/l: son multas administrativas de 500 euros y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir.
- Tasa superior a los 0,50 mg/l: las multas ascienden a los 1000 euros y se retiran 6 puntos del carnet.
- Tasa superior a los 0,60 mg/l: es considerado como delito, por lo que lleva una pena de presión de entre 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o trabajos comunitarios entre 30 y 90 días, así como la retirada del carnet de conducir entre 1 y 4 años.
En el caso de que el conductor sea reincidente (ha dado positivo en el mismo año o el anterior), las multas son de 1000 euros y los puntos retirados dependen de la tasa, pudiendo ser entre 4 y 6 puntos. Además, la negativa a realizar la prueba tiene pena de prisión de 6 a 12 meses y la retirada del carnet entre 1 y 4 años.